EL NEPTUNO DE POLLENTIA

25.02.2014

   Como recién sacado de una excavación arqueológica pareces despertar de tu largo descanso y nos premias con esa sonrisa dulce, de medio lado, asimétrica que provoca que tus mejillas se eleven y desciendan ligeramente las cejas, asegurándote con ello una sonrisa verdadera y complaciente que hace de tu rostro un atrayente imán para el que lo contempla.

  El cabello aparece recortado y quebrado como si fuera consecuencia de ese largo viaje a través de los siglos, y la barba rizada y acaracolada confiere a tu rostro un aire de poder, que lo hace más intimidante frente a esos rivales y enemigos que desataban el carácter violento y cruel de tu personalidad. Pero como en todo proceso vital se cumple el juego de dualidades : DESTRUCCIÓN / CREACIÓN. por un lado, los rasgos que aluden a ese carácter vehemente, agresivo, arrebatado e iracundo se nos muestra en la disposición y la forma del cabello, semejante a las cortinas de agua que acompañan a la tempestad y a las tormentas, fenómenos que se consideran por la práctica totalidad de la sociedades humanas como una muestra del poder destructor y amenazante de las fuerzas del universo, y cuyo origen casi siempre era atribuido a la cólera de los dioses.

 Por otro lado, los rasgos que aluden al carácter creador se aprecian en las espirales simétricas que aparecen en la barba. La espiral, por su morfología, está relacionada con el laberinto, la concha, el cuerno, simbolismos que evocan a los ciclos naturales de vida, así como al carácter cíclico de la evolución. Es aquí donde Neptuno ( Poseidón) como dios de los mares, de los lagos y de las aguas corrientes hace surgir manantiales y fuentes sin cuya agua la vida y la fecundidad de los seres vivos no podría dar fruto alguno.

  Estas dos fuerzas complementarias y aparentemente opuestas que se combinan y armonizan en una danza vital, son impulsadas por una fuerza incontenible que se haya en uno de los atributos de poder con al que siempre se le ha representado, el tridente, una lanza de tres puntas y que tiene cierto paralelismo con símbolos utilizados en nuestro pasado, como por ejemplo la pata de oca, símbolo considerado sagrado en la cultura celta y por los maestros constructores (en el camino de Santiago aparecen multitud de símbolos dejados por los constructores a modo de señales de los que trabajaron en ellas, aunque para otros aparecen como códigos a seguir para encontrar la ruta que nos lleve al conocimiento interior ).  Otro símbolo es la Flor de Lis que representa el poder y la soberanía de los reyes, cuya representación de un atributo similar aparece en la decoración de la puerta de Istar en la antigua babilonia (575 a.C.) y se cree que estaba representada en las columnas del Templo de Salomón. Los tres símbolos no hacen referencia pues solamente al poder de reyes y dioses, sino que significaría conocimiento y sabiduría, los cuales usados con sabia rectitud, son los que nos llevan a alcanzar grandes metas en los tres planos: mental , espiritual y material. 



ATRAVESANDO EL MEDITERRÁNEO SE ENCUENTRA...

Atravesando el mediterráneo se encuentra el archipiélago de las islas baleares, entre Valencia y la costa sur de Francia. Cinco islas dos de ellas muy pequeñas, apenas visibles desde el aire, y las otras tres sobresalen semejando los nudillos de una mano poderosa que empuñara un arma escondida bajo el agua. Nunca antes había visto una piedra de esa naturaleza: miles de granos de arena compactados, unidos entre sí únicamente por la cohesión atómica del sílice y el cuarzo. El marès, roca formada por la sedimentación y compactación de granos de arena, formados en la plataforma costera donde la abundante fauna de moluscos, equínidos y estrellas de mar, al morir pueden fosilizar entre los sedimentos y formar así parte de la roca y al fragmentarse ésta, aparecerán ante nosotros como pequeños tesoros. No es el caso, aunque sí lo fueron para esas manos infantiles que la recogieron junto con las alhajas expedidas por el mar, en forma de conchas de caracoles, almejas y restos de erizos y de brazos de estrellas de mar, los cuales serían depositados en un cofre de cristal y custodiados por un ejército de peces anaranjados.

 Sin embargo yo le tenía reservado otro sino: Alcudia ( Mallorca ) está localizada en la parte noroeste de la isla, estratégicamente situada, lo que fue y apreciado ya desde época romana, instalándose allí y creando la ciudad romana de Pollentia fundada en el año 123 a.C. Levantada ésta sobre el antiguo poblado talayótico ( los talayot eran construcciones megalíticas a los que se les daban diversos usos: defensivo o funerario entre otros ), fue una ciudad dotada de todos los equipamientos prototípicos del urbanismo romano: foro, templos, termas, zona residencial, teatro, etc. y que alcanzó su máximo desarrollo entre los siglos I y II d. C, gracias al comercio del vino y el aceite de oliva. Dentro de la zona residencial se encuentra una domus conocida como la casa de los tesoros, por haberse encontrado en ella dos tesoros importantes de monedas. Entonces, al contemplar desde la pasarela los restos de muros desmochados y de columnas que parecen emerger como agujas en un costurero, llegó hasta mí el límpido sonido del mar al que le acompañaba el aire puro y el olor salobre, cuyo intenso sabor deja sobre los labios un regusto a blanca nostalgia infinita de otros tiempos, en los que los espíritus marinos junto con peces, delfines, nereidas y sirenas como un gran cortejo, acompañaban al Señor del los Mares, el dios Neptuno, montado sobre un carro tirado por seres mitad caballos y mitad serpientes.

 Y son las risas infantiles las que me recordaron el pequeño tesoro encontrado en la orilla y como llave maestra abrieron el cofre de la imaginación donde se encuentran adormecidas las formas sutiles y perfectas que como un molde materializan la idea de esa mágica visión.