EL CABALLO BLANCO.

07.12.2013

  Esta piedra fue cogida en el término municipal de Valenzuela, localidad situada al Este de la campiña cordobesa, donde el olivo es el señor de todos los cultivos y donde se aúnan el sabor de lo tradicional y la historia.                                                                                                                  Restos arqueológicos duermen arropados por la seca tierra pedregosa en su mayor parte de arenisca y son acunados por el siseo vibrante de las hojas de los olivos y los cánticos lejanos de las mujeres que rezan en la pequeña y encalada ermita del Calvario, cuya planta octogonal simula un antiguo alminar desmochado. Muy de tarde en tarde  esos   fragmentos olvidados e ignorados  son despertados por la mano del hombre,  y éste, ante la imposibilidad de acogerlos debidamente, al igual que actuaría un padre protector, los vuelve a cubrir.